martes, 14 de junio de 2011

Puerto de Leyenda






Cuando arrecia la tempestad, cierran el puerto en Cisnes aparecen como abejas con sus luces y su ronrronear los barcos y se juntan en la bahía a capear el temporal.
Cuando deben esperar para cargar o descargar el alimento de los salmones o los salmones hacen tiempo en la bahía, y si pueden, bajan a jugar una pichanga.
Cuando el tiempo se viene malo y hay que hacer faena para pescar las cuotas de merluza se va donde Morrás, el puerto es bueno y es cerca.
En verano, cuando el viento sur sopla y viajan los yates, hacen escala en seno Morrás como lo indica la guía Náutica de la Patagonia en la pág. 258 y se les regala con lo que hay en el invernadero, se comparte la visita y luego cada cual a lo suyo.
Todo esto no es de leyenda, es el día a día en un remoto rincón de la patagonia en que nunca se sabe lo que traerá la marea.
Para mi la leyenda aparecío cuando en el paso que une con los Caracoles encontré un letrero que decía "Paso Ñancupe" y un conchal de cholgas donde crece menta, alfalfa y un ciruelo, y la reforzó la piedra incógnita de mi guardian.
Vi por primera vez su función cuando era niña, llego una lancha de los Kochifas con una fila de chalupas (botes de dos proas) a la tira y se anclan a la entrada frente al paso, bajan, hacen campamento y se va la lancha. Nadie decía nada, en el fondo de la bahía se veía una casa que hacia humo así que la fueron de visitar, llevando un canasto lleno de cholgas.
Eran buzos que andaban mariscando, esto es sacando de la orilla rocosa las cholgas para las fabricas que las procesaban en Calbuco, trabajo que hacían todas las temporadas en cuadrillas de a cuatro, más el cocinero que hacia de timonel y era el más joven del grupo. El personaje más importante era el buzo que se ponía escafandrá, se bombeaba el aire con una rueda manual turnándose los marinos que ademas hacían todos de remeros, y así recorrían toda la costa hasta completar la carga de la lancha que los remolcaba otro poco y seguían hasta que llegaba la veda.
Y con la visitas las historias, "siempre los tiempos pasados son mejores"(sólo que en los recuerdos), y esto era porque en los bajos de la entrada habían "bancos de choros zapatos", y el rey en un día había sacado 40 sacos, y eso ya había pasado, y en "esos tiempos" el buzo se tiraba al agua y se llenaba el bote de tanto marisco "no como ahora"(les suena conocido), y venia una de quejas como la de nuestros pescadores hoy en día.
No faltaron los trueques, moneda tradicional de la patagonia, mi madre disfruto a gusto de cholgas y algunos Choros Zapatos (los pongo grandes porque eran como mis zapatos), descubrió que los había normales (macho) y negros (hembra), mi padre con sus aventuras y yo con las historias.
El paso fue bautizado así en honor a un pirata de Melinka, y se usaba para pasar las chalupas de una bahía a otra y ahorrarse la vuelta a remo. Todo se hacia a pulso, los campamentos eran muy precarios ya que se usaban las velas, algunas ramas y las protecciones que ofrecía la naturaleza, siempre cerca de agua y buscando la seguridad de los puertos.
Legendaria era la sopa de buzo, una sopa en que la cuchara queda parada por el cansancio, choreamiento y la soledad de esos hombres pero que con el hambre era de lo mejor antes de dormir.
Con el tiempo desaparecieron las cholgas y las faenas fueron de chorito, la diferencia era que crecian a menor profundidad y se ganaba menos pero era lo que había.
Se pescaban ocacionalmente Robalos con red, Congrios de noche con espineles y Rollizos de día, lenguados, salmones eran raros.
Al cruzar el canal Puyuhuapi se hacia llevando a la rastra un sierrero que generalmente aportaba con el cancato de Sierra a la llegada a tierra en verano o de los jureles cuando no había suerte. Con el tiempo la Sierra fue desapareciendo y los Jureles llegaban en grandes cantidades, se secaban y se guardaban para el invierno.Todo era ver una pelotera (gaviotas sobrevolando un sector que anunciaban sardinas, Sierras y Jureles.
Luego en 1976 vi pescar merluzas en la bahía, era de ir con unas sardinas, una lampara a parafina de las Petromax y esperar para sacarlas de más de un metro, nada de espineles ni otras artes de pesca, simplemente al pinche. Nadie las conocía en Cisnes y no se vendían.
Luego vino la "Pesca" se descubrio que los españoles las compraban a buen precio las merluzas, y Seno Morrás fue territorio de leyenda por la caza de sus baguales, sus aparecidos y su buen puerto.
En 1990 se dan las conceciones a las salmoneras y comienza una etapa industrial, se instalan balsas al interior de la bahía y aquí espero los aportes que ustedes puedan hacer pues no las conocí, ahora estan afuera producto de la contaminación que dejaron dentro, los sargazos son más escasos y se encuentran bastante mal trechos, la cantidad de peces ha disminuido, lo mismo la talla y no vas a pescar merluzas al pinche, no usas sierreros al cruzar el canal ni encuentras un jurel. Tampoco te demoras 5 0 6 horas remando para llegar a casa.
Los tiempos cambiaron, pero cuando se puede todavía se va donde Morrás por un asadito.
Si no hay humo las cosas son muy distintas.



miércoles, 1 de junio de 2011

Baguales de Morras


Esta isla Magdalena, no sólo pone baguales a los animales, sino que también a las personas, lo digo con conocimiento de causa.

Gabriel Saavedra Sánchez

Esto ha sido reconocido y afirmado y es motivo de orgullo, ya mis vacas fueron amigas, compañeras y maestras de vida de las que he aprendido a conocer y reconocer nuestra naturaleza animal y los dones que ella conlleva.
No es casualidad que los campesinos y niños sean capaces de sostener largas conversaciones, con sus vacas, caballos, perros o gatos en un lenguaje que sólo no entienden aquellos que de mucho leer (a veces estudiar) y poco dormir se les ha secado el seso. Todos los demás saben que sin palabras también los seres vivos se conectan y se entienden, claro que como ahora la tecnología se ha sobredimencionado lo natural se esta perdiendo y parece cosa de brujos o de locos.
Cuando era niña escuchaba decir "esta pasando el Calbuco", barco que hacia la ruta cordillera y que pasaba más o menos a 4 km, si el tiempo era bueno se buscaba en el horizonte un puntito y ahí estaba, la gente estaba acostumbrada a escuchar, ahora si no echan la puerta abajo no se escucha ni el timbre.
Cuantos escuchamos ahí va José en una noche oscura, y efectivamente ahi iba y al preguntar como lo reconocían, la respuesta era "por el modo de andar" habilidad que hemos perdido con la iluminación de las calles.
Les he contado, que mis vecinos sólo por el tono del verde saben la especie, edad, y salud tiene un árbol, y cuanta madera da y para que usarla. Yo con todo lo que he estudiado no lo logró, tengo el seso cerrado y por lo mismo puedo apreciar lo que para ellos es natural. Mi padre me leía literatura española, a mis vecinos sus padres los llevaban al monte, eran ayudantes, escolares, aprendices y compañeros, yo los envidiaba y miraba para aprender cuanto podía ya que serviría, crecimos sintiéndonos útiles, necesario, queridos y responsables de nuestros actos, con capacidades, voluntad y libertad que se templaba compartiendo la vida en el día a día con nuestros padre. Así aprendí a preparar una vaca para la ordeñar, hacer el queso, a encontrar leña seca, a navegar, a lavar mis pantalones en el río (sacarles todo el barro) antes de llegar a casa, a ser considerada y cuidadosa con los hombres y con las bestias, pues el frío y la lluvia nos aunaba, todos buscábamos refugio por igual.
Y cuando se llegaba a casa era reparadora la comida sencilla, calentita y alimenticia, preparada por una mujer que mantenía el fuego encendido, condimentada con los mejores aliños el cariño, al apetito y se llegaba al hogar.
¿conoceis algo mejor o peor que un chapalele?
Muchas veces decía cuando niña que quería comer chapaleles y siempre me tramitaban diciendome "mañana" hasta que llego el día.
Me invitaron a navegar entre las Huichas, anduvimos todo el día en una chalupa a vela nos pillo la marea baja y por supuesto a mariscar, hicimos fuego, calentaron en una olla con poco de agua, con poco de harina hicieron una masa como de pantrucas, se echaron a hervir unas tiras delgadas de masa con un poco de sal y pusimos a la orilla del fuego los picorocos y una ves todo cocido: a comer. Que chapaleles más ricos y los picorocos no los he comido mejores en mi vida.
Claro en mi casa con más cosas a mi disposición para cocinar los chapaleles no tenían ningún interés. Moraleja las comidas son relativas a las circunstancias en que se comen y con hambre y frío todo sabe a gloria. Ahora los picorocos son riquísimos de todas maneras y los sabores de nuestros mariscos, frutas y carnes excelentes. Prácticamente no conocemos salsas, adobes y todos esas artes para mejorar sabores porque simplemente no las necesitamos.
La carne y el pescado lo hacemos al palo cuidando que no se desarme, el aliño, sólo sal, sí hay lechugas y papas o patatas estamos listo, los trozos son grandes y todo en abundancia, eso es "SER RICO" porque lo disfrutamos a cabalidad sin preocuparnos por el precio y si falta podemos ir por más. ¿Cuanto tiempo más podremos disfrutar de eso cuando el dinero se nos vuelve cada ves más necesario?¿ir a la huerta en verano y cosechar para preparar la comida?
Ahora viene gente pagando por ese lujo cantidades extraordinarias y nosotros queriendo "progreso","agua en botellas", "pescado en lata" y "colombianas".
SOY BAGUALA y a MUCHA HONRA y ¡QUÉ! No quiero que me civilicen.
He tenido la libertad para elegir y puedo sostener que "soy rica y libre" y que estoy conciente que eso es más que tener dinero, por lo tanto soy responsable de cuidar lo que se me ha dado en administración.
La tierra no la poseemos, es nuestra responsabilidad cuidarla y entregarsela sana a las generaciones futura y me duele mucho el no poder haber educado a mis hijos del modo en que aprendí a vivir. Los tiempos que vienen serán aún más duros y esto ha sido por nuestra negligencia, faltando a las reglas de la naturaleza en que nos criamos. Con más tiempo porque las máquinas nos han liberado de muchos trabajos largos, pesados y tediosos, sin embargo a la hora de compartir con los hijos cada ves es menos como menor es su educación porque olvidamos que esencialmente somos mamíferos que debemos trasmitir habilidades y conocimientos, y en especial monos, osea que aprendemos copiando.
Pensar que un profesor, computador o libro puede reemplazar al cuidado personalizado de los padres, familiares o maestro es francamente no conocer la naturaleza animal de la que participamos. Hacerse responsable de sí mismo es una asignatura que muy pocos han aprobado y la única que nos hace hombres. Basta abrir los ojos y ver como hay un ejercito buscando culpables y cada ves menos manos disponibles para obrar, es tan frecuente buscar a otro que lo haga "para eso esta" y nosotros en que estamos que se nos están encrespando los dedos, encogiendo el alma y visitando el médico por depresión. "civilización?"