martes, 27 de agosto de 2019

El Abrazo de Kali

Sentada en mi ventana en el silencio que me brinda el profundo silencio del mar miro con desasosiego la fiesta que se me brinda. Se está destruyendo la casa de un vecino que dejo en herencia a la junta de vecinos local. Objetivo construir un quincho con los despojos. Se levantan temprano, a las 8 hrs se sienten los primeros golpes, la fiesta comienza y a las 13 hrs. un montón de escombros transportados por un pueblo como una legión de hormigas que acarrea latas, maderas, ventanas, tablas de piso en fin todo lo que constituyó el trabajo de una vida del vecino rumbo a estufas y cocinas y el resto al proyecto que sirve de pretexto. Que tiene mi pueblo que adora la destrucción, que hay en su ADN que destruye con esmero y eficacia toda obra y si tiene algo de bello con mayor decisión e incluso entusiasmo. Sin embargo para el esfuerzo de construir comunidad, para destacar la belleza natural que tenemos, para hacer de las pasarelas que constituyen una vitrina natural un paseo y una vista previa del parque que tenemos a la espalda, no hay voluntad ni disponibilidad, es más parece que el afán es provocar lastima mostrando pobreza. Me sacan de mis reflexiones los jotes de cabeza negra con su característico ruido al aterrizar sobre el techo y saco cuentas "como nos parecemos a estas aves, siempre atentas a los despojos que trae la marea, llenar el buche y esperar por la próxima entrega del mar" En Puerto Cisnes he pedido reiteradamente el arreglo de este mirador que es una muestra de lo que encontramos en Pto Gala y Gaviota, lo que ha resultado imposible dando por respuesta que esta fuera de norma. Otro ejemplo mas. Al abrir mi blog encontré este borrador que duele publicar pero hay que empezar a tocar fondo para construir.