miércoles, 14 de marzo de 2012

AYSÉN

Ayer soñé y fue tan cruel el sueño que me estremeció al punto de querer espantarlo al compartirlo.
Volvía a casa y para ello pasaba por lo que quedaba de mi hacienda, dos borregas paridas pasadas de agua a las que estrujaba las crías para secarlas un poco. Estaban encerradas y se conservaban porque eran usadas para tirar de algo ( ya le digo, era un sueño )
Si lo veo como empresario, deje 6 ovejas a media, con comida y cuidados, y encuentro 2 borregas paridas (hijas de las ovejas) y me miran con cara fea porque las retiro para llevármelas al campo.
Así son las crianzas en Aysen.
Me vine hace 9 años con una oferta de trabajo, el dueño del campo sólo querían que no le robaran.
No le he robado ni un centavo, le he cuidado sus animales como nadie lo habría hecho pero no he podido vencer al tiempo y los he visto morir o han muerto en mis brazos sin poder evitarlo.
Los que he comprado los he encontrado muertos y los terneros simplemente han desaparecido, sólo han sobrevivido 2 hembras que han reemplazado a la que encontré a mi llegada hijas de la Muñeca.
Nunca cumplió con la paga, yo me quede con lo que dijo la patrona: "si quieres quedarte puedes hacerlo pero yo no tengo con que pagarte" y me quedé.
La patrona es mi madre y esta tierra mi hogar y puedo decir que mi hacienda es la esperanza de que las borregas de mi sueño sean algún día el sueño de alguno de mis hijos.
Esto es Aysén

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