Hace unos años se publico una novela con el nombre ESTACIÓN DEL OLVIDO ambientada en la Tapera y con la historia de un nombramiento de Jefe de Estación en aquella localidad.
En literatura todo nos esta permitido y la novela deja con sabor a poco, un poco pintoresca; sin embargo la realidad la supera ampliamente pues efectivamente en nuestra región existió un jefe de estación y un guarda agujas no como un capricho de algunos burocratas santiaguinos sino como la necesidad de que alguien encendiera una luz, indicara el puerto y recibiera el barco en Puerto Cisnes cuando a Aysén se llegaba por barco.
Eran otros tiempos y otras voluntades y puesto que debía funcionar el servicio de transportes hasta estos confines se acudió a lo más cercano Ferrocarriles del Estado que hacia el transporte de pasajeros hasta Puerto Montt para crear luego la Empresa Marítima del Estado con menaje de Ferrocarriles del Estado.
Antes de la luz eléctrica muy reciente, y era de noche se prendían unos tachos para alumbrar e indicar donde estaba el puerto y había que recibir a los poquísimos pasajeros se aventuraban por estas soledades difíciles de distinguir para los que no transitan por ellas, de ahí su función y necesidad.
Del jefe de Estación quedan en Puerto Cisnes algunos retoños y según las historias que escuche de niña todo un personaje y toda una historia.
Del guarda agujas vivió muchos años en Cisnes y luego se fue a Puerto Montt dejando muchas historias.
sábado, 26 de mayo de 2012
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